jueves, 4 de diciembre de 2008

Un instante.......


I


El día era claro, la brisa del mar chocaba contra sus mejillas..."por fin un poco de tranquilidad", pensaba, y aunque quedaban piezas sin armar en el rompecabezas de su existencia, por un momento veía el fin del laberinto...

Por supuesto aún quedaban caminos y puertas aún desdibujadas, pero por ese instante eso carecía de importancia.

Se sentó a descansar un momento del torbellino de ideas que pasaban por su cabeza, y dejó de pensar...

El tiempo se había detenido, y el paisaje a su alrededor, cambiante siempre, de pronto era todo el espacio y el tiempo en un mismo lugar.

Se encontraba tan inmersa ante el escarlata devenir de las nubes, que de pronto, sin darse cuenta, todo se había tornado gris dando aviso a que se acercaba la noche. Y junto con esa obscuridad volvían los pensamientos amalgamados a esa sensación de vacío...

La tristeza inundaba su todo y lágrimas ahogaban sus anhelos....esperando que los pensamientos la abandonaran por completo....Y así, poco a poco fue cayendo en un completo letargo....

Lentamente fue cayendo en el abismo del sueño, en el mundo donde todo es posible, hasta que un escalofrío la trajo de nuevo a la realidad.

"Otro día más"...pensó...

Cansada de este viaje, guardó en una maleta los sueños y los anhelos perdidos y se dispuso a salir. Era la primera vez en mucho tiempo, casi una eternidad (o por lo menos eso le parecía), en que dejaba ese rincón tranquilo, la costumbre...

Y mientras se alejaba, iba dejando atrás una realidad que había construido....que cada vez parecía más lejana.....

Paso tras paso...el cansancio le recordaba que estaba viva...y aunque varias veces pensó volver atrás...siguió caminando....y mientras lo hacía, espejismos de lo que creyó ser y fantasmas de su existencia se cruzaban por su camino....

Deseaba que al cerrar los ojos apareciera en un lugar distinto, aquel en el que son reales las cosas que aquí se han borrado de las memorias....

Obviamente esto era imposible, iba a continuar en su propia realidad construida a través de los años, rodeada de seres incomprensibles, tan parecidos, pero tan diferentes en esencia. Y por más que lo intentaba no podía distinguir la sutil diferencia que los separaba por completo. Se preguntaba si se encontraba en el tiempo correcto o si era una simple percepción equivocada del espiral infinito que la llevaba a ese punto....


II

En algún momento de ese andar sin descanso, largo recorrido, se detuvo un poco…. tenía que seguir adelante, pero en algunos breves momentos sentía la nostalgia de aquellos destellos fugaces en los que podía ver la razón de todo -un par de cosas triviales, silencios, escalofríos en la piel, miradas donde el tiempo se detiene por completo - Creía también recordar, un instante de profunda paz sumergida en el verde infinito…

Pero eso fue todo, sólo un eufemismo, toda una existencia pensando que dos palabras hacen que todo tenga sentido, y que sólo pasaron delante como un susurro, perdiéndose entre el ruido ensordecedor del escenario del gran teatro que es la realidad…donde nada es lo que parece y todo se confunde con los vidrios de colores que como un caleidoscopio embellecen pero distorsionan la verdad.

Días interminables, promesas inconclusas, palabras vacías en un camino igual, sin un destino. Mientras andaba, se preguntó una y mil veces si ese sendero tan poco transitado sólo llevaba a cavilaciones sin sentido… ¿sería mejor acaso tomar el otro camino que llevaba a lo superficial y vacío…?...

Sólo quería dejar de pensar, anestesiar cualquier señal de vida, perderse entre la gente, aunque eso implicara dejar de ser…dejar de creer…convertirse lo que más evitaba…aire, sólo aire y no más nada…

Siguió caminado sin mirar atrás…aunque en el fondo…esperaba que algo la hiciera voltear la mirada…Estaba cansada…era extenuante escuchar mil y una vez y otras tantas más perdón -placebo para esas fracturas que no hace que desaparezcan-


…dos palabras, ocho letras…eso hace la diferencia….


III


Sin darse cuenta había estado evitando todas esas cosas que daban vuelta importunando su deambular. Ese andar anestesiado al que llamaba “su vida”, tan perfecto a los ojos de los espectadores, era el contenedor de un vacío irremediable.

Parecía que en ese lugar nunca salía el sol. Una eterna penumbra ocultaba sus pasos hasta que aparecía esa luna lejana, tintando con su azul lo bruno de la noche. Sólo en ese momento podía darse un respiro y permitirse voltear atrás hacia el camino recorrido.

Algunas de esas lunas añoraba la infancia feliz… pero haciendo el recuento comprendió que tal cosa no existía. Desde que tuvo conciencia de su existencia nunca pudo evitar cuestionar todo en el mundo que la rodeaba.

No… nunca supo de esa ignorancia que lleva a la felicidad. En su cabeza siempre existían muchas preguntas sin respuesta… Mil veces se preguntó si todos los caminos eran igual de borrascosos; si todos los demás viajeros tenían que recorrer el mismo sendero… o si tal vez la eterna noche hacía que no viera a nadie más que a si misma…

¿Y si hace tiempo había equivocado el camino? ¿Y si realmente había otra manera de llegar, una menos escarpada?

Recordaba algunos momentos felices que con el tiempo se volvieron esporádicos, recordaba esa eterna sonrisa, su sello característico…

Quería encontrar las razones que la hicieron sonreír… intentos fútiles que solo se añadían a la lista de preguntas sin respuesta…

En esos meandros encontró un par de cosas que carecen de razón y de preguntas. Eso era lo que la mantenía en pie… irónico que sólo trazas le dieran un poco de sentido.

Recordó la última vez en la que el sol tocó sus mejillas por última vez; la calidez de dos palabras que había construido que detuvieron el tiempo. La mejor imagen se desvanecía al darse cuenta que lo que tenía enfrente era sólo un espejo roto, tantos pedazos que es difícil unir en uno mismo.

Que equivocada estaba al pensar que él vería lo mismo. Un espejo roto siempre está ciego por la desgracia de sus fracturas y astillas… jamás podrá ver más allá de su existencia convertida en mil imágenes distorsionadas: Un caleidoscopio de egoísmo confundido...

Y que extenuante resulta buscar colores entre el polvo…

A decir verdad, la idea nunca fue cruzarse en el camino de un caballero andante. Nunca hubo una damisela en apuros o un “vivieron juntos por siempre jamás” pues comprendía bien que bajo la armadura se esconde un caballero en apuros mucho más graves; alguien que secretamente necesita de una doncella que lo rescate de sus dragones… y no está por demás decirlo: nunca hay espada ni damisela que pueda con ellos.

Tampoco se propuso cambiar al mundo, solamente quería dejar huellas tras sus pasos… dejar un poco de sí para algún distraído viajero que cruzara por el mismo camino.

¿Y si con eso estaba perdiendo un poco de sí?

¿Y si en algún momento no quedara más nada?

….o peor aún…

¿Y si eso era sólo un egoísta impulso de poseerlo todo?

IV

Se disponía a continuar este relato cuando una idea le cruzó por la mente, ¿por qué no escribir una nueva historia?… sí, justo a partir de ese punto.

Se había dado cuenta que el pasado eran sólo ensueños de fugaces momentos; palabras que se disipan cuando las pierdes de pronto, que sólo se mantienen vivas como otro momento en tantas otras mentes. Se preguntaba una y otra vez cuál era el sentido de continuar con todas esas cavilaciones que, hasta ahora, sólo la habían llevado a un extenuante caminar en círculos por un camino que no llevaba a ninguna parte. Un camino en el que cada vez se sentía más cansada.

No más capítulos….Aunque a veces resulte complicado deshacerse de tantas fugaces imágenes, es necesario hacerlo para liberarse de aquellas que al final resultan en un lastre. Llevaba media vida atesorando apegos sin darse cuenta que la costumbre de acumular cosas rotas hace que cada paso hacia adelante se vuelva cada vez más pesado.

El hecho de que el viaje se vuelva extenuante se debe a todas esas ataduras que aparentemente te mantienen dentro de un mundo ficticio basado en tantas otras costumbres…

Y así, dejó todo esto y aquello atrás, quedándose sólo con un ella misma…

Era solo vanidad de aquellos a su alrededor, el sentirse responsables por una vida ajena, pero sólo eso… no había más nada. Sólo los veía a través de vidrieras, milímetros de separación… suficientes.

No se dio cuenta en qué momento llegó a ese punto; siempre había pensado que esa luz era inextinguible. Sin embargo, cada minuto se había ido apagando sin darse cuenta… la había compartido tantas y tantas veces, atisbándola poco a poco; hasta que la única manera de recuperarla resultó en dejar todo ese equipaje que iba cargando: memorias de otros, tristezas ajenas… y todo aquello que no entendía y que jamás querría entender.

No era tarea simple y lo sabía, pero era la única manera de recuperar esa esencia perdida….

…Y así, le puso punto final.



6 comentarios:

PILIX dijo...

Definitivamente mil gracias Juan....
De repente es complicado poner en orden las ideas...o más bien...las frases...
Besos

Juan! dijo...

Gracias a ti Pili.
Además no se qué agradeces… mi blog te debe la vida.
Mejor me pongo cursi y te agradezco por siempre estar ahí…

goblin dijo...

Woow!
Pili filosófica!
Que chido escribis piliberta!
,)
besotes!

Juan! dijo...

Exijo post!
Exijo post!
Exijo post!

Necesito leer a mi amiga... mucho!

Se te extraña montones.

PILIX dijo...

lo prometo....aunque no hay mucho qué escribir....

PILIX dijo...

....o más bien....como que tengo cero inspiración....
..ya sabes que de repente de la nada de me ocurren las cosas...